El estudio ha dado indicaciones claras de lo que los ciudadanos europeos pensarían que es un buen camino a seguir. Para poder hacernos una idea, EASA nos proporciona las siguientes cifras:
El 83% muestra una actitud positiva hacia la Movilidad Aérea Urbana en general. Este número ha confirmado que la UAM y la movilidad aérea relacionada tienen un fuerte apoyo del público en general.
El 49% está listo para probar los taxis aéreos. Casi la mitad de los participantes del estudio estarían listos para intentarlo. Esto supone un respaldo para que los reguladores y los fabricantes continúen con la tarea de legislar los reglamentos que regulen este ámbito del transporte aéreo comercial y de certificar las aeronaves.
El 51% prevé una reducción de los atascos y el 48% ve una reducción de las emisiones locales.
En estos momentos los vuelos de prueba que se están realizando en Europa por parte de los fabricantes están encaminados a la validación del concepto de Aerotaxi, al ensayo de espacio aéreo tipo U-Space y a la certificación de las propias aeronaves. Por tanto, todos los agentes implicados, la administración, los fabricantes y los prestatarios de servicios de tránsito aéreo, así como los posibles organismos que alojen las infraestructuras necesarias (vertipuertos) se están preparando para implementar la movilidad aérea urbana, tanto probando aeronaves adecuadas como la infraestructura necesaria en tierra.
La idea es establecer corredores de vuelo para garantizar la seguridad de los taxis aéreos, pilotos y pasajeros a bordo, así como del resto de aeronaves (tripuladas y no tripuladas), las personas en tierra y sus bienes en tierra. Estos corredores aéreos estarán diseñados para mantener al mínimo las emisiones ambientales, como el ruido, en áreas densamente pobladas, al mismo tiempo que deberán garantizar un transporte eficiente.
Al margen de la aceptación que ha tenido el estudio entre las personas encuestadas por parte de EASA, habrá que tener en cuenta la demanda que podrá generar esta nueva manera de transporte, sobre todo teniendo en cuenta los costes que supondrán para los usuarios del mismo. Parece evidente que en las grandes y cosmopólitas urbes del planeta podrían tener cabida. Aunque, convendría realizar un estudio enfocado a la posible demanda que pueda generar en ciudades medias y el ahorro que podría suponer frente al transporte convencional, tanto aéreo como terrestre.
Podéis profundizar más en el artículo en el siguiente link:
https://www.easa.europa.eu/en/light/topics/air-taxis-urban-transport