Al llegar los meses de verano, las labores de medición de parámetros mediante drones sobre el sector vitivinícola se intensifican, consiguiendo datos importantes de las parcelas, a la hora de estudiar la variabilidad de las mismas o para poder evaluar los tratamientos realizados sobre las diferentes partes de los cultivos.
Los trabajos han sido realizados por medio del drone de ala fija Sensefly eBee Ag y multicóptero DJI Phantom 4 dotados de cámaras de espectro visible (RGB) para la obtención de precisas ortofotos y de cámaras multiespectrales para la obtención de mapas de vigor por medio del índice NDVI (índice de vegetación de diferencia normalizada).
Los mapas de vigor o mapas de reflectancia del índice NDVI permiten analizar el rendimiento clorofílico de las hojas de los viñedos determinando así su rendimiento productivo. Esta información se muestra en los denominados mapas de reflectancia por medio de una escala desde la que se aprecia las diferentes zonas productivas de una parcela y sus diferencias.
Mediante el uso de cámaras RGB se puede proceder al conteo de plantas o a la medición topográfica de las parcelas y al análisis de los desniveles, para evaluar procesos de escorrentía sobre el suelo.
Además de la complejidad técnica de los trabajos, cabe señalar que el espacio aéreo controlado o zona de control (CTR) del Aeropuerto de La Rioja (LERJ) ha sido ampliado recientemente, que junto con la presencia de la zona de vuelo restringida LER99, hace que legislativamente sea más complicado conseguir los permisos de vuelo.
La gran variedad de viñedos que tenemos en nuestra zona cercana, con bodegas de Txakoli y las grandes bodegas de La Rioja, hace que nuestros trabajos de agricultura de precisión durante estas fechas se intensifiquen.