La prueba de localización de cadáver bajo las aguas de la Ría de Bilbao ha sido llevada a cabo por personal especializado junto con el Cuerpo de Bomberos de Bilbao. El gran protagonista de todo el despliegue es el 'superagente K9', con el permiso de su binomio guía-instructor, el perro que está entrenado en este tipo de tareas, y que tiene la capacidad de localizar rastros humanos en recovecos, grietas o incluso debajo del agua.
Durante el simulacro, bajo la atenta mirada de nuestros drones, se sumergió una muestra humana en un lugar indeterminado. El perro especialista fue capaz de localizarla por partida doble desde una embarcación, trazando una trayectoria de rastreo predefinida, pero diferente para las 2 pruebas que se realizaron.
A la aplicación de este tipo de técnicas, se le conoce como USAR, por sus siglas en inglés, Urban Search and Rescue. USAR implica la localización, extracción, y la estabilización inicial de personal atrapado en espacios cerrados o bajo escombros debido a un colapso estructural de gran escala de inicio súbito como un terremoto, de una manera coordinada y estandarizada. La meta de las operaciones de búsqueda y rescate, es rescatar el mayor número de personas atrapadas en el menor tiempo posible, mientras se minimiza el riesgo para los equipos de rescate, en los que junto con los perros, los drones cada vez tienen mayor importancia.
Recordemos que la búsqueda y rescate, llevada a cabo por un Cuerpo de Bomberos, a efectos de utilización del dron, legalmente se encuadra dentro de las denominadas operaciones 'No EASA'. Estas operaciones se fundamentan en normativa estatal, en este caso amparadas bajo el RD 1036/2017 y el RD 1180/2018, debiendo de cumplir los operadores unas condiciones diferentes a las recogidas en la normativa europea. Con la entrada en vigor del próximo nuevo RD UAS, se espera que las condiciones de vuelo sean semejantes a las desarrolladas por la reglamentación europea, ganando en flexibilidad y seguridad.